Luz tranquila sobre total presencia,
unidad perfecta de lo logrado
en inmensidad del día aquietado
con suave del azul incandescencia.
Pierde la sombra su fatal experiencia
de cruel dolor ausente y olvidado,
no volverá el ocaso desesperado
a levantar contra el amor su resistencia.
Latido gozoso de claridad
sin furor, ni esperanza, ni obsesión,
solo con lejanía y soledad
donde la vista alcanza la efusión
del horizonte pleno de verdad
en el que habita cálida ilusión.