Ebrio de presente, inmenso de energía,
soledad de alegría,
ardiente el egoísmo del amor,
gozo del no al dolor.
Es trabajo de pasión que sufría,
que vencida moría,
pero ahora produce sin acedía
el supremo momento vencedor,
solipsista de la carne fervor.
Culpa y pecado y melancolía
empujan el furor
que intensifica el maldito sopor
de mi triste manía,
obsesivo hundimiento en lo inferior.