lunes, 18 de marzo de 2024

A LA PASIÓN DE CRISTO



Raíz ensangrentada de la Pasión celestial,

honda en la tierra del suelo natal,

se hace oscura la luz inmortal,

cruz, muerte y sangre, cáliz de dolor,

sensualidad trágica del fervor,

primavera de espinas y flagelación, 

solemnidad amarga de oblación,

profundidad de la vida y de la muerte,

del alma en oración que se entristece

por la agonía del Puro sufriente, 

pecado y corrupción en noche grave 

de Redención de la maldita carne.

Es el Sí de Dios frente a un No ancestral

que ahora ya no se nos imputará.