Soy ”piedra desechada” y lo único que me importa es no conformarme con ello mediante la autoafirmación trágica, romántica y totalmente irracionalista de mi identidad a través de una voluntad de poder suficiente para presentar mi perspectiva sobre la vida como perspectiva verdadera. No se trata, por tanto, de lograr, en un sentido liberal-escéptico, una “redescripción” de mí mismo, sino de afirmar una verdad personal de la que uno está íntimamente convencido. Y lo está porque el estar “de facto” en la perspectiva correcta y superior ofrece una evidencia de lo percibido desde ella que no puede justificarse discursivamente pero en la que uno está y que uno posee. A esto se puede aplicar perfectamente la idea spinoziana de la verdad como índice de sí misma y de lo falso: la perspectiva correcta y superior es índice de sí misma y de las perspectivas inferiores y falsas. Cuando se ESTÁ en esa perspectiva superior y correcta se sabe fácticamente que se está en la perspectiva verdadera y que hay otras perspectivas falsas e inferiores. No hay otra manera de percibir esa verdad de la perspectiva correcta y superior que ESTAR fácticamente en ella. La perspectiva correcta y superior, verdadera, no se justifica ni se fundamenta, se afirma y se sitúa uno en ella proclamando la verdad que desde ella se percibe.
domingo, 22 de mayo de 2022
domingo, 15 de mayo de 2022
DAIMIEL CULTURAL
Muchos alardes culturales haces,
pueblo de paletos hotentotes,
¡anda y dedícate a los capirotes!
y callen tus culturetas falaces.
Nunca aprecias a los cultos audaces,
solo tienen estética tus motes
y solo tienen gracia los escotes
de tus incultas mujeres salaces.
Ya cansan tantas Tablas y tanta Motilla
y es infame la parroquial hojilla
que publican burgueses filisteos,
amigos de plebeyos chismorreos
que inundan tu alma de vulgar villa
con hechuras de ciudad horterilla.
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