Moja tu coño mi ardiente entusiasmo,
sosiegas y cabalgas en mi leño
con buen culo luciente y berroqueño
cuando gozas suprema en el espasmo.
Aunque te divinices en orgasmo,
permanece cercano en el empeño
tu pecho, que es orondo y fue pequeño,
y regalas a la carne su quiliasmo.
No eres cuando follas dominante
objeto social de mi teoría,
pues no deja tu cuerpo maleante
que desprecie tu lujuria y su alegría
y ya no es sufriente ni anhelante
el deseo que colma tu maestría.