viernes, 5 de agosto de 2016

PEQUEÑO APUNTE POLÍTICO-CULTURAL DE ESTÍO

Quien no esté preocupado por el problema del destino de la personalidad espiritual en la época del capitalismo y de la tecnociencia no es verdaderamente culto, aunque haya leído a San Pedro Bendito. Afinando menos y en un tono más distendido también se podría decir que quien no sea aficionado a la música clásica y no sea anticapitalista, habiendo pasado por una fase de cierta influencia marxista, tampoco es verdaderamente culto. La música clásica tiene un valor emocional y al mismo tiempo intelectual que es necesario haber experimentado en la juventud para tener una plenitud de valor vital y espiritual en el alma. Eso es lo que hace que la música popular ligera y moderna sea un auténtico timo cultural.
En cuanto al marxismo,  yo también dudaría del valor espiritual y vital  de quien a los veinte años no haya tenido la esperanza de una superación de la servidumbre económica de la humanidad, aunque un marxismo "frío" o cientificista, que sea propiamente un materialismo filantrópico que no vea lo de que el hombre tiene necesidades superiores a las corporales y que una auténtica emancipación de la humanidad requiere que estas necesidades pasen a ser las esenciales de la vida y no las económicas, tal marxismo, digo, también puede ser una forma de filisteísmo, es decir, de vulgaridad inculta y de cortos alcances.

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