jueves, 3 de mayo de 2018

OCASO

El rojo del ocaso es locura del cielo sobre la paz del paisaje. Las nubes, como ceniza hermosa de fuego apagándose, velan un sol misterioso. La mirada tranquila alcanza el horizonte triste en plenitud de anhelo. Se oscurece la quietud de montes y verdores. El amarillo de barbechos palidece y es serenidad el adiós de la luz. Pronto el páramo será enorme en lo oscuro y la noche traerá su mundo superior sagrado y sosegado. Pero la quietud del alma será inframundo de belleza y el reposo traerá las imágenes de la verdad del sueño. La calma estrellada será la armonía de la vida y de la noche. 

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