miércoles, 2 de marzo de 2016

ANUNCIO DE UNA CRÍTICA DEL LIBRO DE GERMÁN CANO "FUERZAS DE FLAQUEZA"

ANUNCIO DE UNA CRÍTICA DEL LIBRO DE GERMÁN CANO "FUERZAS DE FLAQUEZA"

La masa , el pueblo, la gente, cuando vienen las vacas flacas y el sistema deja de funcionar satisfactoriamente, se cabrean porque  ya no pueden integrarse en él tan armoniosamente como antes, pero siguen siendo incapaces de imaginar o desear cualquier forma de vida, cualquier cultura o cualquier forma de ser humanos más allá de ese sistema. Eso significan ni más ni menos y absolutamente nada más el 15-M y Podemos.
He empezado a leerme el libro "Fuerzas de flaqueza" de Germán Cano, la cabeza filosófica pensante más conocida de Podemos, y su planteamiento me está irritando notablemente. Quien crea que se puede confiar en la "gente", que hoy sigue hundida hasta las orejas en la miseria ideológica del progreso modernizador y el deseo de bienestar concebido según la imagen de la vida buena que impone la tecnociencia y la cultura de masas, para impulsar una transformación social que vaya más allá del simple recambio de élites dirigentes hacia una vida humana más rica, más plena, más noble y más intensa, no tiene ni idea del mundo en el que estamos. La pequeña élite académica podemita, como la representada por el autor del citado libro, vive en su gueto universitario y no se entera de que ese pueblo al que apela está compuesto por masas pequeñoburguesas que ni quieren ni saben imaginar el cambio político, social y cultural que el sinsentido humano del actual sistema exigiría. Hoy el pueblo, como apunta Marcuse en ""El hombre unidimensional", es una fuerza reaccionaria, y eso no ha cambiado porque unos jóvenes que lo único que quieren es la integración en el sistema facilitada por un llamado Estado del Bienestar salieran a la calle el 15-M o porque Podemos con un programa tendente a asegurar un bienestar social de las masas, no cuestionado en sus fundamentos antropológicos, este ya en el Congreso.
Mientras no se ataque la ideología de masas del progreso, la modernidad, el bienestar y la bondad esencial del mundo técnico y no se consiga vencerla, el pueblo seguirá sin servir para apoyar en él una transformación radical de la sociedad que alumbre una nueva civilización, necesaria para evitar la caída en la barbarie y en un estado de naturaleza que arrase definitivamente todo valor superior de la existencia humana.
Como la complejidad funcional del sistema se ha hecho indómita y la opacidad ideológica de las masas es ya invencible y no es posible que se les pueda hacer ver que pueden existir formas de vida mejores y necesarias para la conservación de la especie al margen de la imagen de la vida buena modelada por la tecnociencia y la industria del entretenimiento, sin olvidar la meritocracia pequeñoburguesas del trabajo que sigue imperando por  debajo de todo ello, lo que hay que hacer es renunciar a toda política transformadora y buscar una salida cultural privada mientras sea posible una vida asegurada por el sistema de democracia formal y el Estado social y de derecho. De esa salida cultural de autoafirmación privada e individualista el desprecio de las masas es un ingrediente necesario y al que no se debe renunciar, porque es la existencia de un material humano insalvable culturalmente lo que condena al mundo social existente a la falsedad de no representar la posibilidad de realización de las potencialidades humanas más valiosas.
Amenazo con terminar de leerme el libro de Germán Cano y tratara de completar la crítica del mismo aquí anunciada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario