miércoles, 29 de noviembre de 2017

PECADO CONTRA EL ESPÍRITU

La conciencia herida por el placer
del intenso deseo de la materia
ahonda el peso animal de la existencia
y aleja el valor de los anhelos serios.
El gozo febril de lo mortal
exalta la noche de vida tenue,
produce constante la sed terrible 
de los cuerpos ansiosos de ilusión. 
Es la hundida esencia del vivir
que se rebela contra la altura serena
y busca la agitación confusa de lo oscuro
en círculos de sinsentido fiero.
Amor a la existencia frágil,
renuncia de la calma elevada,
odio a la razón de los secretos
de un existir en armonía suprema.
El espíritu aborrecido huye
tentado por el sopor de la mentira,
la carne triunfa en su vacío

y surge la plenitud del gozo incierto. 

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