En marasmo de mis ideas
surge el impulso inaprensible,
suprema realidad
de mi vida incomprensible.
Mi soledad soberana,
bastión de amor infalible,
es mi gozo incomparable,
voluntad inconfundible
de deseo certero y firme.
Es verdad indestructible
de mi yo anhelante y pleno,
para el mundo irresistible,
que hace real y fiera
la excitación imposible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario